¡Descuentos especiales en productos digitales hoy!

Pavlova: El Postre Emblemático de Australia y Nueva Zelanda

La Pavlova es un postre ligero y elegante que combina merengue crujiente por fuera, un interior esponjoso y una generosa capa de crema batida y frutas frescas. Este icónico postre es perfecto para celebraciones, especialmente en las cálidas épocas de verano. A pesar de que su origen es disputado entre Australia y Nueva Zelanda, ambos países lo han convertido en un símbolo de su gastronomía.

ALIMENTACION DE TODO EL MUNDO

11/27/20252 min read

Ingredientes

4 claras de huevo
200 g de azúcar
1 cucharadita de vinagre blanco
1 cucharadita de maicena
1 cucharadita de extracto de vainilla
300 ml de crema para batir
2 cucharadas de azúcar glas
Frutas frescas al gusto (kiwi, fresas, maracuyá, arándanos, etc.)

Preparación

Precalienta el horno a 150 °C (300 °F) y forra una bandeja de horno con papel pergamino. Dibuja un círculo de unos 20 cm en el papel como guía para dar forma al merengue.
Bate las claras de huevo en un bol limpio hasta que formen picos suaves.
Añade el azúcar gradualmente, una cucharada a la vez, mientras sigues batiendo, hasta que la mezcla sea brillante y forme picos firmes.
Incorpora el vinagre, la maicena y el extracto de vainilla, mezclándolos suavemente con una espátula.
Coloca la mezcla de merengue sobre el círculo dibujado en el papel pergamino, dándole forma redondeada con una ligera depresión en el centro.
Hornea durante 60-75 minutos o hasta que el merengue esté seco por fuera y ligeramente dorado. Apaga el horno y deja que el merengue se enfríe dentro con la puerta entreabierta.
Prepara la crema batida montando la crema con el azúcar glas hasta obtener una textura firme.
Una vez frío el merengue, coloca la crema batida sobre él y decora con frutas frescas al gusto.

Historia e Importancia

La Pavlova fue creada en honor a la famosa bailarina rusa Anna Pavlova durante su gira por Australia y Nueva Zelanda en la década de 1920. El postre, inspirado en la ligereza de sus movimientos, refleja elegancia y delicadeza. Ambas naciones reclaman su invención, lo que lo convierte en un símbolo compartido y debatido de identidad cultural.

Consejos y Curiosidades

Utiliza claras de huevo a temperatura ambiente para un mejor batido.
Puedes personalizar la Pavlova con frutas de temporada o incluso una salsa de chocolate para variar.
Este postre es naturalmente sin gluten, lo que lo hace accesible para muchas dietas.

Conclusión

La Pavlova no solo es un deleite para el paladar, sino también una pieza de historia que conecta a dos culturas a través de su amor por la cocina. Su combinación de sabores y texturas la convierte en un postre inolvidable, perfecto para cualquier ocasión especial. Prepárala y sorprende a tus invitados con este clásico de la repostería.